La principal diferencia es que los aceites esenciales se utilizan, además de para impregnar de buen olor, para favorecer el bienestar físico y mental, como parte de la aromaterapia. Se extraen de las plantas y de los árboles y cuentan con propiedades terapéuticas como por ejemplo relajantes, revitalizantes, estimulantes, calmantes o antinflamatorias. Se suele creer en el mito que un aroma fuerte, es un aroma más terapéutico. Por lo contrario, si un producto se elabora con más porcentaje de aceite esencial que el recomendado ( hasta un 10%) , sólo tendrá más aroma pero no tendrá ninguna cualidad terapéutica. Se suele creer que porque tiene un mayor aroma, el producto es mejor. Pero no es así. De hecho, un aroma fuerte, por más rico que sea, afecta a nuestro bienestar integral definitivamente. por eso los aromas CHAMALMA son delicados, dado que sólo así se logra el efecto terapéutico,

Por el contrario, las esencias aromáticas se elaboran principalmente a través de la síntesis de productos químicos en los laboratorios. Su principal objetivo es perfumar y, para ello, imitan el olor de elementos presentes en la naturaleza (flores, frutas, madera…) y de cualquier otro elemento (caramelo, café, gominola…). Las esencias aromáticas no tienen las propiedades de los aceites esenciales: se limitan a perfumar. Suelen tener un aroma más fuerte pero no tienen ninguna acción terapéutica.

Todos nuestros productos de aromaterapia están eleaborados con fórmulas correctas paral fines terapéuticos.

Nuestros productos a base de esencias aromáticas están elaborados en su medida justa para evitar resultados de aromas invasivos y que afecten nuestros sentidos.